LOS LIBROS EN RUSO DE NATALIA:https://drive.google.com/file/d/105mE69KHW3uQJv9M-coNwda8Y8ZVafKN/view?usp=sharing
RIAZANOV Y PISKUNOV
lunes, 21 de septiembre de 2020
miércoles, 15 de julio de 2020
SINESTESIA FAMILIAR
SINESTESIA
EN NUESTRA FAMILIA
Edgardo
Rafael Malaspina Guerra
1
Desde
mi más tierna infancia percibo que los días tienen diferentes colores y
tamaños. Por mucho tiempo pensé que era algo no muy normal; sin embargo, luego
supe que se trataba de una condición denominada sinestesia, especie de
variación inocua de la percepción, la cual se encuentra en una de cada cien
personas. Aunque otros afirman que es una entre dos mil individuos.
Para
mí los días son unas franjas: el lunes delgado y amarillo, el martes es rojo,
el miércoles es blanco, el jueves es rojo, pero más oscuro que el martes, el
viernes es también rojo, pero más claro que los días anteriores de ese mismo
color, el sábado es blanco, pero más claro y largo que el miércoles, y el
domingo es rojo pero pequeño y con forma de batería gruesa de linterna.
2
La
sinestesia, como concepto de la biología, es la captación de una misma
sensación a través de distintos sentidos. Etimológicamente la palabra proviene
del griego y se compone de los vocablos (sin-), que significa “junto”, y
(aísthesis), que quiere decir sensación. Pero desde el punto de vista de la literatura
es una figura retórica en la cual se le atribuye a un objeto, carente de los
cinco sentidos, una sensación: “días amargos”, “minutos dolorosos”.
3
Una
persona sinestésica puede oír colores, ver sonidos y percibir sensaciones
gustativas al tocar un objeto con una textura determinada. No es una asociación
del objeto con uno de los sentidos, es que la persona lo percibe así, su
cerebro actúa de esa manera.
4
La
sinestesia se establece desde el desarrollo de embrión, cuando puede cruzarse
nervios y centros cerebrales que procesan la información de las sensaciones.
5
En
nuestra familia son casi todos sinestésicos, empezando por Natalia, lo que
corrobora la tesis de que se trata de un rasgo dominante ligado al cromosoma X.
6
Para
Natalia el año tiene forma elíptica, en cuya orbita se ubican los años. Los
días tienen colores y tamaños. Para Katia los días tienen sus respectivos
colores. Para María
cada
día tiene un color, algunos números y meses también, y asocia sensaciones
gustativas al tocar alguna textura. Para Natalí los
días, los meses y las personas tienen colores. Ahora esa sensación la
experimenta sólo con las personas y los números, especialmente los múltiplos de
3 que son de colores cálidos. Valia asocia con colores a las personas, los días,
las canciones, los sabores, los lugares, las palabras y las emociones. Nicolás
cuando trató de beber en un tazón metálico tuvo una evocación de la infancia, y
se encontró en la casa de la abuela María tomando refresco en un vaso de
aluminio. Eso se llama “fenómeno de la magdalena de Proust”, llamado así por el
famoso novelista francés (1871-1922), autor de “En busca del tiempo perdido”.
Uno
de los personajes de la primera de las siete novelas de Proust, “Por el camino
de Swan”, está triste y moja una magdalena o galleta en té, e inmediatamente se
traslada mentalmente a Combray, un pueblito de Francia donde pasaba sus
vacaciones en su infancia. Después de Proust, muchos escritores, científicos y alguna
gente común tuvo en cuenta el fenómeno de la asociación de ciertas
manifestaciones de los sentidos con el pasado. Los primeros para usarlo en sus
descripciones y jugar con los flujos de la conciencia, los segundo para
investigar cómo y por qué de la aparición de esas asociaciones en el cerebro; y
los últimos porque entendieron que esas cosas también pasaban con ellos y supieron
que de alguna manera eran sinestésicos.
.
lunes, 6 de mayo de 2019
EL DÍA DE LA VICTORIA (9 DE MAYO): UNA CELEBRACIÓN FAMILIAR IMPORTANTE.
DESCARGAR EL DÍA DE LA VICTORIA (9 DE MAYO) UNA CELEBRACIÓN FAMILIAR IMPORTANTE :https://drive.google.com/file/d/1OURRX5G__wWLC_qgldZBMJ1nYV2L6dSm/view?usp=sharing
REZANOV Y PISKUNOV
DESCARGAR https://drive.google.com/file/d/1jRSl_QG-tqQeyt2jiZvAzUd4Sku23Z05/view?usp=sharingDESCARGAR REZANOV Y PISKUNOV:
lunes, 22 de octubre de 2018
jueves, 17 de septiembre de 2015
sábado, 29 de agosto de 2015
RECUERDOS DE LOS ANCESTROS RUSOS
RECUERDOS DE LOS ANCESTROS RUSOS
Edgardo
Malaspina
Nikifor
, bisabuelo de Natalia, era un hombre con cierta solvencia económica. Tenía una
estancia en las afueras de Moscú, donde los viajeros cambiaban los caballos a
sus trineos, tomaban vodka en el traktir o taberna y descansaban en la posada
para luego seguir el camino. En verano servían ocroshka o sopa fría con kvas ,
hortalizas y pepinillos para enfrentar el calor. Pero en invierno bebían mucho
chai y comían pilmenis y blinchikis con caviar. Los caballos estaban alojados
en un establo cerrado para resguardarlos de las inclementes nevadas o de los
calores sofocantes.
Nikifor, bisabuelo de Natalia.
En
una fotografía de 1914, Nikifor aparece con su madre y hermanas. Viste traje de
cuero largo invernal y shapka o gorra de piel de zorro. Todos tienen válenki o
botas de fieltro, un lujo para la época. El vestido, por sí solo, habla de que
no eran pobres. Además, los pobres no se tomaban fotos en los tiempos onerosos
del daguerrotipo.
La esposa de Nikifor murió joven . El viudo se
casó nuevamente, pero no se sabe con quién ni cuántos hijos más llegó a tener.
Del
primer matrimonio de Nikifor nació Ielena Nikiforovna, abuela de Natalia. Ielena se casó con Stepán Piskunov,
presidente de un koljoz en el caserío de
Kosminka , aledaño a Moscú. Allí
sembraba trigo y criaba animales. Tuvieron seis o siete hijos. De estos hijos sólo tenemos conocimiento de María Stepanovna, madre de Natalia, y de Genadi Stepanovich. Los otros murieron durante la hambruna que provocó la
guerra o de enfermedades infantiles.
Ielena y Stepán Piskunov, abuelos de Natalia.
Cuando llegó la Segunda Guerra Mundial a las fronteras de la Unión Soviética se convirtió en la Gran Guerra Patria . Stepán se alistó en el Ejército Rojo para cumplir con su deber
patrio. Pero murió en combate en la
batalla de Smolenk en 1941. No llegaba a los treinta años cuando ofrendó su
vida por su patria.
Stepán Piskunov
Smolenk está a 360 kilometros de Moscú al
Sureste de Moscú. La batalla es una de las más importantes de la Segunda Guerra
Mundial porque fue la primera derrota de los hitlerianos. En la batalla
murieron 45 mil soldados soviéticos y
300 mil fueron hechos prisioneros; pero los rusos detuvieron a los
alemanes y evitaron que avanzaran hacia
Moscú. Stepán fue un digno solado del Ejército
Rojo.
Ielena recibió una carta donde le informaban
de la muerte de su esposo, cuyo cadáver fue encontrado en el campo de batalla
con una inscripción que permitió su identificación. Fue sepultado en el sitio
de su caída; y seguramente sus cenizas reposan en una fosa común, tal como se
acostumbraba hacerlo en el fragor de los encuentros bélicos de esos tiempos.
María Estepanovna tenía apenas ocho años y añoraba los tiempos antes de la
guerra, cuando cargaba caramelos por
montones en los largos bolsillos de sus trajes para compartir con los
amigos. Por eso la llamaban María Medelenslaia, palabra derivada
de med (se pronuncia miod) que significa miel.
La guerra separó familias que nunca sabían de
sus hombres enrolados como soldados. Los más sortarios regresaron sanos. Otros
lo hicieron pero mutilados: sin un brazo, sin una pierna o con alguna contusión
que los marcó para siempre. Otros, más nunca regresaron. Después de cincuenta
años, cada vez que se celebraba la victoria de los soviéticos sobre los alemanes
(1945), cada nueve de mayo, podían verse
a hombres y mujeres con pancartas sobre sus pechos buscando a sus seres
queridos.
Una vez se presentó a la casa de Ielena un
soldado que había perdido a toda su familia. Era Trofim. Ielena y Trofim, ambos
viudos de la guerra, decidieron reconstruir sus hogares. Pero un día Trosha, como cariñosamente
llamaban a Trofim, recibió una carta: su esposa y tres hijos estaban vivos en
Moscú. Trofim ya se había encariñado con Ielena y se negó a regresar hasta su
antigua familia. Pero Ielena lo convenció con una lógica sencilla y
contundente: ella tiene tres hijos, yo tengo una sola hija. Hay más razones
para irse que para quedarse. Trofím se
marchó y más nunca se supo de él.
Después de la guerra Ielena envió a María,
quien apenas tenía 15 años, a Moscú con medio saco de papas para capear el
hambre. Eran tiempos cuando la economía soviética quedó devastada tras la
invasión alemana.
En aquella época cuando se cumplía los 16 años
se recibía el pasaporte, el cual confiscaba el presidente del koljoz para que
los jóvenes no abandonaran los posibles puestos de trabajo. Sin documentos no se tenía ningún
derecho y la capacidad para moverse por el territorio soviético era nula. Esto
explica el viaje de María Stepanovna a
Moscú: así recibiría pasaporte moscovita, el cual le daba mayores posibilidades
para subsistir. Ya en Moscú, María, quien había llegado hasta tercer grado de
primaria por los obstáculos que impuso la guerra, alegó pérdida de documentos,
argumento común en un país en ruinas, y
afirmó que había cursado el séptimo grado. Se le hizo una prueba y la pasó
satisfactoriamente. María tenía algunos recuerdos ingratos de su infancia: una
vez dos alemanes hicieron sus necesidades fisiológicas en una olla de comida
para alimentar a mujeres y niños de la aldea donde vivía. En medio de la
escasez de alimentos, los propios compañeros alemanes consideraron esta acción
como vil e inaceptable y fusilaron a los
infractores. Otro recuerdo de ese tenor se relaciona con su madre cuando le
diagnosticaron cáncer en el estómago. Ielena actuó con la serena dignidad de las mujeres rusas humildes de aquella
época a la hora de enfrentar su muerte
inminente: compró la mejor tela para su mortaja y preparó un hatillo con otros
implementos fúnebres. Una vecina fue encargada para confeccionar el vestido. En
el velorio María notó que su madre llevaría a su tumba un traje distinto al que
había seleccionado, hecho de una tela vulgar y barata. La vecina argumentó que
la muerta ya no necesitaba más nada y tampoco se enteraría del cambio. María
sufrió amargamente porque no se respetó la última voluntad de su madre. En
momentos de grandes penurias económicas, las pequeñeces humanas no son raras.
María Stepanovna se casó con Mijael
Timofievich. Tuvieron dos hijos: Sergio y Natalia.
Mijael nació en septiembre de 1933 en
Siberia, en un pueblo cerca de Omsk. A los dieciocho años ya tenía novia y no
se casó porque se fue al servicio militar en Moscú. En la Casa de la Cultura de
la región moscovita de Ismaelova conoció a María, quien era aficionada del
teatro y ya tenía alguna experiencia en el mundo de las tablas interpretando a
Pelagia, personaje fundamental de la obra de Gorki, La Madre. Ielena veía a su
hija con sus atuendos teatrales y le decía que en efecto se parecía a una viejita.
Esto hacía llorar a María, quien se dedicó luego al canto. Inició su carrera
como cantante al lado de Ludmila Zykina, quien luego se convertiría en una de
las más famosas cantantes populares de la Unión Soviética. El presidente
soviético Leonid Brehznev adoraba la voz de Zykina y la hizo muchas veces su
invitada especial en veladas, celebraciones
y fiestas patrias.
Mijael y Natalia.
El
padre de Mijael se llamaba Timofeo y su madre, Anfisa. Timofeo solía peinarse
con agua y azúcar en tiempos cuando no existían las cremas fijadoras para el
cabello. Vivió en Omsk, tenía un tic
nervioso en el cuello, consecuencia de la guerra, en la cual participó desde el
principio hasta el fin. Se casó varias veces. En su última boda tenía 83 años.
Timofeo, abuelo paterno de Natalia.
Mijael
tenía dos hermanas: Tamara y Raiza. Anfisa, mujer de carácter recio y margo,
tenía fama de practicar la brujería. Se decía que usaba prendas de mujeres para
sus hechizos en los bosques siberianos. Al momento de su muerte ninguna de sus
hijas quiso despedirse de ella para evitar la transmisión de los poderes
mágicos, según se creía.
Al casarse Mijael y María sobrevinieron los
problemas, el amor se acabó y vino el divorcio. Natalia recuerda a su padre
trabajando en casa la carpintería, entre pedazos de madera y cola, con un
pañuelo como gorro amarrado en su cabeza. También lo recuerda colocando los
adornos en un arbolito de navidad.
Sergio (Moscú,15.1.1959- Moscú,11.3.2012)
tenía un carácter alegre. Era conversador, amaba los chistes, gustaba de
preparar platos típicos rusos y era amante de
la buena vodka. Se casó con Lida, una siberiana, con quien tuvo dos
hijas: Katia y Valentina.
EL
APELLIDO RIAZANOV
Riazanov es uno de los más antiguos apellidos
rusos, conformado por el apodo del fundador de la familia. Hace mucho tiempo
los eslavos complementaban sus nombres agregándoles un apodo. Las causas fueron
muy variadas: reflejaban las
peculiaridades del carácter, las costumbres y maneras de la conducta de la
persona, el aspecto físico, etc.
Riazanov
se llamaban los provenientes de la ciudad de Riazán , a 196 km de Moscú. Sin
embargo, hay otros motivos para la aparición de este apellido en la historia
rusa.
La vida de los antiguos rusos fue muy
difícil por las guerras frecuentes que terminaban con heridos y
muertos. Esto transformaba sus vidas en una constante lucha por la existencia.
Por supuesto, los primeros en ser señalados con apodos eran los heridos: Rezán
(cortado), Strogán (cepillado, rallado), Kolot (pinchado, golpeado), Rubán
(cortado), Strelián (muerto o herido por
un disparo). Estos son algunos de los apodos relacionados con los heridos
durante combates guerreros.
En
el habla de los bielorrusos, e incluso de los rusos occidentales y sureños todavía se conservan algunas formas de una
peculiaridad llamada “iakania”( en vez
de e se pronuncia ia). Antiguamente esa peculiaridad fue más acentuada. Por eso
el nombre Rezán y su derivado como
apellido , Rezanov, en tiempos cuando no existían reglas unitarias en la
gramática rusa, muy a menudo se escribía a la manera pueblerina o local :
Riazán y Riazanov. Esa forma de escribir
solo confirma la antigüedad del
origen del apellido Riazanov.
La
popularidad de los apodos era tan grande que en los documentos aparecen como nombres oficiales. Por ejemplo, en
cartas escritas en ruso antiguo (1506) se cita a Riazán Kuzmín , hijo (tierra
nororientales de la Rus de Moscú). En
1577 se habla de Riazán Pankratovi. No es sorprendente que a menudo los
apellidos de los descendientes no
provenían de sus denominaciones bautismales, sino de los apodos de los
fundadores de la familia que eran más entendidos. Veamos algunos documentos
antiguos : en 1621, Onicimko Riazanov, el cartero o informador. Nikita
Riazanov, el que vive en Simbirsk.
Los apellidos Riazanov,Rubzov (cicatrizado),
Stroganov, Krivov (torcido), Kolotov y Rubanov se encontraban más en las
poblaciones “ukraini”, es decir , en las
fronteras de la Rus Antigua ( Smolenk,
Pskov, Nizhi Novgorod, Oriol, Tula. Kursk, Vononez, Riazán, Penza),
atacadas constantemente por los pueblos
vecinos.
Nota:
Todos los datos fueron suministrados por Natalia Riazanova de Malaspina.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)